domingo, 11 de marzo de 2012

Naif

Sentado en la orilla de mi cama, tu rostro es una constante. Cada constante evoca un recuerdo. Un recuerdo que evoca mi memoria. Dulce recuerdo, como un beso, una expresión de amor que se asemeja a una palpitación angelical, es el sentir toda una vida sobre mis labios, pero esta vez sobre mi mente.


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